Ex-convento de Santo Domingo Yanhuitlan
La fachada consta de tres cuerpos y un remate, tiene dos torres de un solo cuerpo y una tiene un campanario. En el centro se observa una hermosa talla de la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo. De su monta se cubre Santo Domingo de Guzmán. En el tercer nivel y al centro encontramos la ventana del coro. El altar mayor es una verdadera joya del arte colonial, fue pintado por el famoso pintor Andrés de Concha en 1570 y tiene forma de biombo. De este tablero se inspiraron para hacer el de Santo Domingo de Guzmán en la restauración que se hizo del templo.
La localidad de Santo Domingo Yanhuitlán está situado en el Municipio de Santo Domingo Yanhuitlán (en el Estado de Oaxaca). Tiene 831 habitantes. Santo Domingo Yanhuitlán está a 2140 metros de altitud.
Resalta dentro del Valle de Nochixtlán su majestuoso Templo Dominico del
siglo XVI, considerado patrimonio de la nación, el cuál ha sido objeto
de estudio para varios investigadores.
importancia de esta joya arquitectónica, como emblema de la identidad local y estatal, considerado el segundo templo después de Santo Domingo de Guzmán ubicado en la capital, en belleza arquitectónica y en importancia durante la evangelización en la mixteca durante y después del siglo XVI. En la actualidad, la función que cumple el inmueble, es clave en la vida de una comunidad de menos de 850 habitantes en la cabecera municipal, donde se da un intenso movimiento migratorio; debido a la situación económica y más, estando en uno de los estados mas pobres de nuestro país. El templo es el espacio donde se lleva a cabo la fiesta principal, donde se encuentra el Santo Patrón, los Cristos, Ángeles, Santos, la Santa Muerte, los retablos y el órgano, heredados de aquellos años ajenos a su tiempo, al pueblo Yanhuitleco.
Por ello mismo, este sitio junto con las otras dos joyas arquitectónicas de la Mixteca Oaxaqueña: Teposcolula y Coixtlahuaca, ha sido considerado dentro del actual Proyecto Turístico Ruta Dominica. Resaltando y rescatando su importancia para el propio pueblo de Yanhuitlán, para la Mixteca y para el Estado de Oaxaca.
importancia de esta joya arquitectónica, como emblema de la identidad local y estatal, considerado el segundo templo después de Santo Domingo de Guzmán ubicado en la capital, en belleza arquitectónica y en importancia durante la evangelización en la mixteca durante y después del siglo XVI. En la actualidad, la función que cumple el inmueble, es clave en la vida de una comunidad de menos de 850 habitantes en la cabecera municipal, donde se da un intenso movimiento migratorio; debido a la situación económica y más, estando en uno de los estados mas pobres de nuestro país. El templo es el espacio donde se lleva a cabo la fiesta principal, donde se encuentra el Santo Patrón, los Cristos, Ángeles, Santos, la Santa Muerte, los retablos y el órgano, heredados de aquellos años ajenos a su tiempo, al pueblo Yanhuitleco.
Por ello mismo, este sitio junto con las otras dos joyas arquitectónicas de la Mixteca Oaxaqueña: Teposcolula y Coixtlahuaca, ha sido considerado dentro del actual Proyecto Turístico Ruta Dominica. Resaltando y rescatando su importancia para el propio pueblo de Yanhuitlán, para la Mixteca y para el Estado de Oaxaca.
El templo y exconvento Dominico de Yanhuitlán que inició su construcción en la mitad del Siglo XVI y que duró 25 años. Desde la invasión los españoles se asentaron en la rica planicie y especialmente los habitantes de aquí se volcaron fervientemente hacia la nueva religión. La construcción recibió el apoyo del encomendero Gonzalo de las Casas.
La obra resulta monumental y se entiende que se construyó también como una fortaleza. Tiene una altura de 25 metros, un ancho de 15 y un largo de 75 metros. Todo el conjunto es de estilo barroco y la sobriedad es patente en cada espacio, corredor o talla.
Indudablemente que la Orden Dominica dejó en Oaxaca testimonios monumentales y obras de arte de inigualable nivel, como es la Capilla del Rosario en Santo Domingo de Guzmán en la Ciudad de Oaxaca. Sin embargo, se reconoce como una tríada los tres ex conventos de la mixteca.
En efecto, Yanhuitlán con sus grandes proporciones, Teposcolula con su esplendida capilla abierta y Coixtlahuaca con su meticuloso trabajo en la cantera, se les han considerado “Las joyas dominicas de la mixteca”.
Recorrer el exconvento de Yanhuitlán nos permite sentir la fuerza inconmensurable del Espíritu. Nos enfrentan esos inmensos muros y esas sobrias tallas, al encuentro con lo más esencial nuestro.
En efecto, Yanhuitlán con sus grandes proporciones, Teposcolula con su esplendida capilla abierta y Coixtlahuaca con su meticuloso trabajo en la cantera, se les han considerado “Las joyas dominicas de la mixteca”.
Recorrer el exconvento de Yanhuitlán nos permite sentir la fuerza inconmensurable del Espíritu. Nos enfrentan esos inmensos muros y esas sobrias tallas, al encuentro con lo más esencial nuestro.
Puede
ser una pirámide o un exconvento, el resultado es el mismo. Estas
monumentales construcciones nos invitan a reflexionar y sentir el sutil
mundo del espíritu y nos convocan a pensar en la necesidad de trascender
nuestra limitada existencia material.
La pregunta brota necesariamente al dejarnos tocar por la magia blanca de estas monumentales piedras cargadas de energía espiritual y saturada de rezos y alabanzas. ¿Qué estamos haciendo nosotros para alimentar éste, nuestro espíritu, tan hambriento de estas energías?
La pregunta brota necesariamente al dejarnos tocar por la magia blanca de estas monumentales piedras cargadas de energía espiritual y saturada de rezos y alabanzas. ¿Qué estamos haciendo nosotros para alimentar éste, nuestro espíritu, tan hambriento de estas energías?
La fachada consta de tres cuerpos y un remate, tiene dos torres de un solo cuerpo y una tiene un campanario. En el centro se observa una hermosa talla de la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo. De su monta se cubre Santo Domingo de Guzmán. En el tercer nivel y al centro encontramos la ventana del coro. El altar mayor es una verdadera joya del arte colonial, fue pintado por el famoso pintor Andrés de Concha en 1570 y tiene forma de biombo. De este tablero se inspiraron para hacer el de Santo Domingo de Guzmán en la restauración que se hizo del templo.
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