Ex-convento de Cuilapan de Guerrero

Ex-convento de Cuilapan de Guerrero
Para algunos autores, Cuilapan significa "río pintado", para otros quiere decir "al pie del monte". Esta última traducción parece la más acertada, ya que el primer asentamiento de Cuilapan estuvo en las faldas del cerro de Monte Albán, hasta que fray Domingo de Aguiñaga lo trasladó al sitio actual.

El gran conjunto conventual fue la segunda casa de la provincia dominica en Oaxaca. Su construcción comenzó en 1556. Antonio de Barbosa fue el maestro de obras y diseñador. La edificación es una mezcla de los diversos estilos arquitectónicos que dominaban en la Europa del siglo XVI, (gótico, renacimiento purista, el plateresco español y el mudejar). Incorporados a las nuevas liturgias y a viejas costumbres de los pueblos indígenas. Estos estilos se combinan para diseñar los espacios arquitectónicos que satisficieran las necesidades, tanto del evangelizado como del evangelizador.

Para desgracia de la historia del arte novohispano, la construcción de lo que pudo haber sido el monumento más importante levantado por la orden dominica tuvo que ser suspendida, ya que se encontraba en tierras del Marquesado de Hernán Cortés, por lo que la Real Audiencia dispuso, en 1568, se detuvieran los trabajos. Esto explica que, tanto el templo- (capilla abierta), como el templo principal no se concluyeran.

El conjunto religioso está integrado por: un enorme atrio con su cruz al centro, los dos templos y el claustro.
El Templo frente a la cruz atrial fue diseñado como basílica con tres naves y los muros laterales quedaron abiertos, a todo lo largo, por una secuencia de arcos sin puertas, razón por la que se clasifica también como capilla abierta. Los soportes que dividen las naves son pesadas columnas de capitel toscano y debió tener un techo de dos aguas. Al fondo se encuentra una placa en donde se observa una fecha calendárica con el signo del año mixteca y en números arábigos 1555, probablemente el año en que se inició la obra.
Lo original de este templo es su fachada con tres entradas y un frontón triangular que la remata. En el centro de este aparece el escudo dominico con un perro a cada lado arrojando fuego, símbolo iconográfico de Santo Domingo de Guzmán, Dos torres de base circular y rematando en picudos conos, flanquean esta original fachada.

El templo principal nunca se terminó, iba a ser sin duda una de las obras más sobresalientes de la arquitectura dominica, como se puede observar en el monumental arranque de las nervaduras que seguramente iban a sostener una complicada techumbre gótica. En el interior existe un retablo con pinturas que se han atribuido al pincel de Andrés de la Concha y una lápida que guarda los restos de fray Francisco de Burgoa.
La disposición del interior consiste en una sola nave integrada por: coro y sotocoro, bautisterio, y al final de la nave el presbiterio.

El claustro tiene dos pisos y después de su restauración en 1962, se puede apreciar la importancia que pudo haber tenido en su momento.

Cuilapan no sólo está presente en la historia de México como el poblado sede del gran convento dominico, sino también porque ahí fue fusilado Vicente Guerrero, el 14 de febrero de 1831. Un monumento a espaldas del convento recuerda este acontecimiento.





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